martes, 26 de mayo de 2015

CRÓNICA

UNA GAIRA PARA CIEN AÑOS DE SOLEDAD

Por: Kevin E. Molina

Muchos años después, frente a la plaza principal, doña Elvia Rosa Martínez, de 84 años, recuerda aquella tarde remota en que su padre la llevó a conocer la nueva estación del tren de carga y pasajeros. Gaira era entonces un hermoso terruño basto y fértil, que recibía el título de ‘Gaira la dulce’, en honor a sus extensos cultivos de caña, mamón, mango y tamarindo.

No había más que 200 casas, una plaza central, un río, trochas enlodadas y una estación de tren que transportaba miles de mangos, toneladas de mamón y sacos llenos de tamarindo.

“En cada casa había un trapiche, símbolo de la producción panelera, en el que extraían el jugo de la caña de azúcar para producir panela, ron y miel – rememora con agrado doña Elvia mientras su mirada se escurre a lo lejos –. Por un bloque de panela no recibíamos más de 10 centavos, pero era suficiente para comprar el combustible e iluminar las casas por la noche”.

Todos se conocían con todos. Los Martínez, quienes vivían junto al río, intercambiaban con los Molina, apodados ‘los perritos’, tres pocillos de arroz por un conejo a medio matar. Solo era cuestión de ir al patio por los tomates, la papa, el cebollín y el pimentón, pues no había dinero para adquirir tales cosas, pero sí sobraba tierra, agua y ganas de vivir.

Justo por la plaza principal de Gaira atravesaba la quebrada Tamacá, una de las tantas que nacían del río Gaira y que eran las oficinas de las señoras Margot, Angelina, Vitalia y Ana, lavanderas de los Lacouture, Vives y Diazgranados. “A esa gente le gustaba que ellas le lavaran la ropa porque el río Gaira siempre fue el más limpio (…). Cuando esas mujeres salían del río, tenían los bolillitos blancos y arrugados”, declara entre risas la señora Martínez.

Eran pocas las veces en las que los gaireros debían transportarse al centro de la ciudad, pues en este bello terruño lo tenían todo. Cuando lo hacían, debían tomar ‘la Boa’ o ‘la Biblia’, que eran los autobuses autorizados para entrar a Gaira, y debían ir preparados para empujar si se atascaba en el barro.

Esa era Gaira, y con ella su gente, personas que le ponían el ritmo a la vida, gente con carisma y sonrisas, con ganas de hacer de ese terruño un mejor lugar, un lugar positivo.

Julio Molina, hijo adoptivo de la ‘vieja Elvia’, como prefiere ser llamada para hacer honor a sus arrugas, cursó algunos grados de primaria en la Institución Educativa Distrital Simón Bolívar de Gaira, que para aquel entonces recibía el nombre de Colegio Nacionalizado. Este plantel educativo, junto al Madre María Bernarda, fundado por Vitalia Yepez, eran los únicos centros a los cuales tenían acceso los gaireros.

Julio Molina tuvo cerca de 13 hermanos, de los cuales sobresale Osman Molina, quien en más de ocho ocasiones se rompió el brazo por estar en patios ajenos robando mangos y correteando gallinas. La situación económica de los Molina Cuentas nunca fue buena, pero en Gaira nadie moría de hambre. Osman acostumbraba a visitaba las orillas del río para cazar conejos y ‘tierrelitas’ con su onda y, por las tarde, salía con una ponchera en la cabeza a vender caramañolas, arepas de huevo, papas rellenas y empanadas de maíz.

“Ya en últimas tuve que irme al mercado público porque me toqué abajo y me di cuenta que ya era un hombre y que debía responder por mi familia” – declara Osman Molina quien nunca contó con el apoyo de su padre y desde los nueve años se hizo cargo de la alimentación de sus hermanos. “No me da pena decir que iba al mercado a cargar bultos, no señor; antes bien, me llena de orgullo porque eso me hizo responsable” – finaliza con su voz entrecortada.

Mientras Osman se rebuscaba en el mercado, su madre, la señora Diosa Cuentas, atendía a sus hijos, preparaba los fritos que se venderían por la tarde y atendía la venta de mango de azúcar, chancletón y número 11 que tenía en la puerta de su casa. “Me sorprende que mi hijo – refiriéndose a Osman – a pesar de todas las obligaciones que tenía en la casa, siempre fue el mejor estudiante de su curso; de hecho, usted va a pregunta en el Simón, ¿quién ha sido el mejor estudiante?, y le dirán que Osman Molina Cuenta” – asegura Diosa Cuentas.  

Hoy, aunque Gaira sigue siendo un corregimiento que pertenece a Santa Marta y se convierte en paso obligatorio para cualquier turista, solo engorda la lista de los lugares en el olvido, curtidos en pobreza y adornado por una gran cantidad de ancianos que, por falta de oportunidades y apegados a sus raíces, tuvieron que vivir en Gaira, una comuna donde no pasa nada, porque las estirpes condenadas a no sé cuántos años de soledad no tendrán una segunda oportunidad sobre la tierra.  


Notas relacionadas:










miércoles, 22 de abril de 2015

NOTA PARA RADIO


PROGRAMA
La Papaya
DIRECTOR
Javier Charris Fontanilla



Santa Marta

Los gaireros dicen estar cansados de las últimas tres administraciones distritales que han tomado el mando en la ciudad, debido a que tienen a Gaira sumergida en un total abandono.

Antonia Álvarez, una anciana devota de setenta y cuatro años, dice sentirse indignada porque “mientras en la Alcaldía y el Consejo se roban la plata, en Gaira los niños no tienen ni un lugar decente donde jugar”, afirma la señora Álvarez.

El centro de salud es uno de los más deteriorados y Margarita Cruz, presidente de la Junta Comunal del barrio El Rosario, comparte la idea del doctor Julio Carbonó sobre crear una policlínica: “Gaira ha crecido mucho, aquí no puede haber un puesto de salud, necesitamos una policlínica para mejor atención”.


Finalmente, cabe resaltar que en Gaira no se invierte un solo peso en infraestructura desde hace diez años.

Ver también:

NOTA PARA TV



Movilización por falta de agua


IN   Damos paso a nuestro corresponsal en Gaira quien nos ampliará la información. Adelante Kevin.

KEVIN   Hola, buen día. Así como usted lo ha indicado, Javier, en Gaira los habitantes han organizado una manifestación pacífica desde tempranas horas de la mañana para mostrar su inconformidad respecto a la falta de agua, pues, como lo indican los habitantes, suspenden el servicio en Gaira para ponerlo en El Rodadero.

HABITANTE 1   “Es que el problema es porque a nosotros nos dejan mamando mientras el agua se la llevan para El Rodadero. Entonces, ¿a qué estamos jugando?”

KEVIN   Los gaireros hacen un llamado de atención a Metroagua y la Alcaldía Distrital para que tomen cartas en el asunto.

HABITANTE 2   “A los señores de Metroagua les pedimos que por favor se pongan la mano en el corazón y lleguemos a un acuerdo. A Caicedo le pedimos que se acuerde de Gaira porque nosotros también hacemos parte de Santa Marta”

KEVIN   La manifestación se extenderá hasta las dos de la tarde y esperan contar con la movilización de algunas mil personas. 


Ver también:

martes, 24 de febrero de 2015

PRIMER CORTE

VICIOS EVITABLES DEL IDIOMA

VICIOS EVITABLES DEL IDIOMA


Kevin E. Molina
1083008738
Taller de redacción periodística
25 de febrero de 2015


ANFIBOLOGÍA: Falta de claridad en los enunciados.

1.    Fuimos al estadio y después al zoológico. Le dejamos un mensaje a Pedro para que nos alcance allá.
2.    Me encanta que hagas arroz con pollo, porque el arroz es mi comida favorita. La próxima semana comemos eso.
3.    Mi carro es compacto porque no me sé estacionar bien, para que se me haga más fácil, por eso me voy a comprar la camioneta que me encanta.
4.    Jennifer me gusta y Angie me encanta. Le pediré que sea mi novia.

ARCAÍSMO: Expresiones del español antiguo que se emplean muy poco.

1.    Adrede: A propósito, con deliberada intensión.
2.    Amodorrado: Mareado.
3.    Averno: Infierno.
4.    Cuasi: Casi.

BARBARISMO: Palabras mal empleadas, distorsionadas o frases sin sentido.

1.    Interné: Internet.
2.    Guevo: Huevo.
3.    Linia: Línea.
4.    Mounstro: Monstruo.

CACOFONÍA: Repetición de morfemas que resultan desagradable al oído.

1.    En la foto parece que aparece un fantasma.
2.    Dice Carlos, que dice su mamá, que le dijo Jessica, un dicho que dice así:…
3.    Cuando estuviste, viste el estadio.
4.    Cuando la explosión terminó no hubo más que confusión.

EXTRANJERISMO: Palabras que provienen de idiomas diferentes y se introducen por el uso constante.

1.    Block.
2.    Amateur.
3.    Bluetooth.
4.    Boulevard.

NEOLOGISMO: Palabras que van surgiendo y se adoptan en el léxico cotidiano.

1.    Smarthophone.
2.    Ciberespacio.
3.    Chatear.
4.    Hipertexto.

PLEONASMO: Utilización de cualquier vocablo no necesario.

1.    Buena ortografía.
2.    Cama para dormir.
3.    Estrella brillante.
4.    Obsequio gratuito.

SOLECISMO: Cuando se producen anomalías o vicios en frases. Falta se sintaxis.

1.    Bajo el pretexto: Con el pretexto.
2.    Promesa con alguien: Promesa a alguien.
3.    Tan es así: Tanto es así.
4.    Cuanti más mejor: Cuanto más, mejor.

ULTRACORRECCIÓN: Deformación de un término por pensando que así es correcta.

1.    Toballa: Toalla.
2.    Pesacao: Pescado.
3.    Cabo: Quepo.
4.    Bilbado: Bilbao.

VULGARISMO: Expresiones que se utilizan por la gente sin cultura de forma incorrecta.

1.    Abuja: Aguja.
2.    Apá: Papá.
3.    Diabetis: Diabetes.
4.    Ira: Mira.

DEQUEISMO: Uso innecesario de la preposición “DE”.

1.    Recuerdo de que tu nombre es Roberto.
2.    Al profesor Charris no le preocupa de que tengamos buenas notas.
3.    Opino de que deberíamos ir a cine.
4.    Temo de que no hemos clasificado para la siguiente ronda.

ADEQUEISMO: Omisión de la preposición “DE”.

1.    ¿Cuán seguro estás que él vendrá?
2.    Patricia informó que no asistiría.
3.    Luisa debería ir con un conductor.
4.    Acuérdense que mañana es el examen.

MULETILLA: Costumbre de rellenar los huecos de la conversación.

1.    Este, ¿cómo has estado?
2.    Igualmente, reprobó el examen.
3.    Escúchame, sí.
4.    Es que, si no me pega.

COPROLALIA: Hablar inmundicia. Groserías.

1.    ¿Qué carajos haces afuera?
2.    Lo subió y bajó a puteada frente a los demás.
3.    Tu puta casa es fea.
4.    Deja esa mierda en su puesto.

FOLCLORISMO: Abusar de las oraciones típicas de un país.

1.    Aquella niña hace mucho que no “arrastra la bolsa del pan”.
2.    Sóbese que no hay pomada.
3.    A mí me gustan las cuentas claras y el chocolate espeso.
4.    ¡Quite de ahí!

LACONISMO: Acción de abreviar la información hablada o escrita.

1.    ¿No te parece que la guerra es un asunto bastante importante como para ignorar su crueldad y el efecto que produce sobre tantos inocentes? ¿Qué opinas al respecto?
Nada.
2.    Cuando un tracio dijo que había tantos arqueros persas que con sus flechas bloquearían la luz del sol, él respondió: “Bien, lucharemos en la sombra”.
3.    Hola Margarita, ¿está tu mamá en casa?
No.
4.    Madre, ayer fui el centro médico porque presentaba un sangrado intenso durante las horas de clases.
¿Qué te dijeron?

Nada.